Con solo dar un vistazo al sitio web externo se puede apreciar la intensa actividad que se desarrolla en el Banco en torno al tema del desarrollo abierto. Si a eso se suma el uso de métodos avanzados con mensajes SMS por los centros de estudios (i) ,organizaciones de la sociedad civil (i) y fundaciones (i) , se puede observar rápidamente que la elaboración de mapas para mostrar resultados, el recurso a los conocimientos y experiencia colectivos de personas de todo el mundo, y la iniciativa de Datos Abiertos encierran enormes promesas para poner la tecnología al servicio de un desarrollo más eficaz. La tecnología sigue avanzando y abaratándose, y recién estamos comenzando a descubrir todo su potencial.
La semana pasada en Irlanda, en un discurso que pronuncié en el Institute for International and European Affairs, intenté expresar en parte el entusiasmo que genera tal actividad (enlace del discurso (i)) y cómo esta refleja cambios en el equilibrio del poder económico tanto entre los Estados como en cada uno de ellos: si dos tercios del crecimiento mundial proviene de países en desarrollo, es posible que dos tercios de las ideas también procedan de esos países.
En la actualidad, el conocimiento, combinado con la tecnología, puede hacer posible la generación de ideas a través de las fronteras, los continentes y los estratos sociales. Es fácil imaginar un futuro en el que los beneficiarios apoyen la ejecución de los proyectos, es decir, participen plenamente en la preparación de los informes de supervisión y en la evaluación de los proyectos, para así hacer las modificaciones a medio camino que sean necesarias y establecer un circuito de retroalimentación que permita integrar las lecciones aprendidas en el diseño y la ejecución de los programas.