La semana pasada, cuando el enorme tifón Haiyan destruyó casas y ciudades y cobró miles de vidas en Filipinas, pudimos ver lo que será nuestro futuro en que habrá eventos climáticos más extremos.
Los científicos han advertido durante años que el calentamiento del planeta hará que el clima sea cada vez más severo y devastador. Esta certeza de los expertos ha hecho que el cambio climático se incorpore en la planificación, y el impacto lo podemos ver ahora con nuestros propios ojos. Este nivel de daños, con millones de personas afectadas, será cada vez más frecuente a menos que hagamos algo al respecto rápidamente.
Los negociadores de todo el mundo están aquí en Varsovia, con ocasión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima para analizar los factores que pueden impulsar medidas a nivel mundial.
No es demasiado complicado. Tenemos que determinar los precios adecuados, lograr que el financiamiento circule y trabajar donde más importa. Sin embargo, cada una de estas acciones requerirá voluntad política para poner nuestra ambición colectiva en una justa medida, por el bien de nosotros y de las personas de Filipinas y las Islas del Pacífico, y las costas bajas de África y el Caribe que están directamente en peligro.